INTERNACIONALIZACIÓN
“Internacionalizar nuestra
actividad es abrir los ojos a un
mundo un poco más grande, nuevo
y lleno de oportunidades, que la
empresa y sus directivos pueden
intuir, pero que no conocerán en su
verdadera dimensión hasta estar
inmersos en esta nueva aventura.”
“Internacionalizar supone cambiar
nuestra mentalidad, la cultura
corporativa, olvidar
muchos paradigmas y prejuicios,
absorber e integrar otras culturas y
enfoques, asumiendo una visión
amplia y abierta”
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Internacionalizar una empresa es mucho más que buscar una salida coyuntural para los excedentes de producción, o incluso que extender el mercado de la empresa de manera estable.
Algunas de las razones para “internacionalizar” la actividad de una compañía son “encontrar salidas a la capacidad de producción ya instalada”, “crecer”, “compensar la caída de la demanda”, “acceder a mercados mayores”, “diversificar el riesgo de dependencia del mercado nacional o tradicional”…, y otras muchas igualmente válidas
No obstante, INTERNACIONALIZAR nuestra empresa es una decisión trascendental, que exige comprometer recursos y voluntades, y debe responder a un planteamiento estratégico, global y más ambicioso.
"Intenacionalizar" no es solo intentar vender lo mismo en otros sitios.
Puede representar también una oportunidad para deslocalizar actividades de producción, incorporar nuevos productos y, especialmente, compartir oportunidades con nuevos socios.
Internacionalizar es necesariamente crecer. Hacerlo con criterios adecuados, es asentar el negocio en nuevos pilares, asegurando nuestra estructura en todos los frentes (comercial, productivo, financiero, tecnológico…).
La decisión de internacionalizar la actividad en mercados emergentes, alternativos a los “de moda” en que se concentran nuestros competidores, contribuye a evitar el fatídico efecto de correlación, fomentando el análisis crítico y riguroso de las inversiones y aprovechando oportunidades de nicho, con menor presión de la competencia tradicional.
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